miércoles, 9 de abril de 2014

"Son pocas las unidades de salud mental infanto-juvenil"

Noticia publicada hoy en Diario de Sevilla. Una visión objetiva de la actualidad del TDAH .
En ella, uno de los entrevistados comenta la raíz del problema en los diagnósticos: "la falta de recursos en la Administración Pública".

En ASPATHI , nuestra experiencia nos dice que los diagnósticos en ocasiones son erróneos, ya que en las unidades de salud mental no pueden dedicar el tiempo suficiente a realizar un buen diagnóstico. En una buena parte de los casos, los pediatras son los que descartan un TDAH en la consulta, sin derivar al especialista, retrasando un posible diagnóstico de un TDA, un Asperger,etc. Lo cual es el origen de que exista aún una importante población infantil con un trastorno por diagnosticar, retrasando su tratamiento, que a veces llega muy tarde.

Adjuntamos enlace de esta interesante noticia y un trozo de la misma.


http://www.diariodesevilla.es/article/sevilla/1748017/hiperactividad/trastorno/aumento.html



Hiperactividad, un trastorno en aumento

Los pediatras detectan un creciente número de casos de TDAH debido a una mayor sensibilización.
Noelia Márquez | Actualizado 09.04.2014 - 08:39
 El 6,8% de los niños de entre 6 y 14 años padece trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), un problema de salud creciente en las consultas de pediatría en los centros de salud, según ha constatado la asociación andaluza que aglutina a estos especialistas en una reunión científica celebrada recientemente en Sevilla. 

La hiperactividad es uno de los trastornos del neurodesarrollo más frecuentes en la infancia y en la adolescencia que tiene su origen en múltiples causas: alteraciones en algunas zonas del cerebro, factores genéticos, ambientales y psicosociales. Este trastorno es reconocido como uno de los principales motivos de fracaso escolar y de incapacidad para mantener y desarrollar las relaciones sociales. Además de los síntomas centrales, el TDAH puede asociarse en algunas personas a desequilibrios emocionales, con baja tolerancia a la frustración y síntomas emocionales como baja autoestima y rechazo social, pudiendo llegar al aislamiento.

El diagnóstico y el tratamiento precoz es clave para estos niños, pero "en nuestro país, a pesar de los avances en los últimos diez años, la detección del TDHA todavía es tardía en un porcentaje demasiado elevado de los casos, con las implicaciones que esto supone para la vida del niño en el presente y en el futuro", advierte el Informe Pandah, un amplio estudio nacional en el que han participado 200 expertos en hiperactividad.

La detección tardía conlleva "fracaso escolar, aumento de cormobilidades, riesgo alto de problemas de relación en la adolescencia", entre otros, explica María Dolores Mojarro, profesora titular del departamento de Psiquiatría de la Universidad de Sevilla y responsable de la unidad de investigación sobre TDAH. Mojarro incide además en que "la falta de tratamiento tanto farmacológico como psicológico acarrea que los riesgos aumenten".

Son tres los síntomas nucleares de este trastorno: falta de atención y/o hiperactividad e impulsividad o dificultad para controlar los impulsos. Estos síntomas persisten en la adolescencia en casi un 80% de los afectados. Pese a que la hiperactividad permanece en la mayoría de los casos, el informe Pandah recuerda que "muchos jóvenes con TDAH tendrán una buena adaptación en la edad adulta y estarán libres del trastorno". Para lograrlo, los niños con hiperactividad "necesitan un abordaje multidisciplinar: médico (psiquiatría infantil y neuropediatra), psicólogo clínico, psicopedagogos, etcétera", incide la profesora Mojarro. La administración tiene escasos recursos actualmente para cubrir totalmente las necesidades de esta población. "Son pocas las unidades de salud mental infanto-juvenil, y la forma de acceder a ellas vía pediátrica o bien vía salud mental de adulto", lo cual se traduce en tratamientos tardíos, subraya Mojarro.

A esta situación se añade otro problema para las familias: la existencia de especialistas que no reconocen este trastorno, lo cual también impide el diagnóstico precoz y refleja la necesidad de una "mayor formación del cuadro en los estudios de grado o cursos de posgraduados", comenta la profesora de Psiquiatría. También "serían necesarias más unidades y más equipos multidisciplinares para abordar la demanda", añade.

Los especialistas que participaron en el Informe Pandah destacan que otra de las dificultades para la detección de este problema de salud es "la ausencia de un itinerario o plan de actuación consensuado y establecido a nivel nacional en el ámbito sanitario y educativo". A partir de la sospecha o el diagnóstico "no hay un circuito establecido ni un equipo multidisciplinar que aborde el trastorno desde sus diversas dimensiones", añade el mencionado estudio.

Pese a estas dificultades, el trastorno se detecta con mayor frecuencia debido, entre otros motivos, a una mayor sensibilización en la población general y especialmente en las escuelas, donde suele detectarse las primeras señales de alarma.

Las familias reclaman atención a la administración
Las familias agrupadas en la Asociación Sevillana de Padres y Afectados con trastornos hipercinéticos (Aspathi) reclaman más atención a la administración. El diagnóstico precoz y el tratamiento temprano son clave para el desarrollo de los pequeños afectados, pero Aspathi lamenta que una serie de profesionales de la salud, tanto pediatras como psicólogos, no reconocen este trastorno, lo cual retrasa la asistencia. Los niños con hiperactividad suelen ser diagnosticados a los cuatro o seis años y habitualmente son los maestros los que detectan el problema. En un alto número de casos, las familias se ven obligadas a peregrinar tanto en la sanidad pública como en la privada hasta lograr el diagnóstico. Se trata de un trastorno que supone una "dificultad leve" si es tratado a tiempo, y que necesita una atención psicopedagógica que los padres tienen que asumir. En estas sesiones los niños aprenden a utilizar herramientas para la estimulación conductual, a manejar la frustración y trabajar las emociones. 



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