jueves, 30 de enero de 2014

Identifican el área del cerebro que nos hace humanos

Publicado en La Vanguardia

Barcelona. (Redacción).- Un equipo de investigadores de la Universidad de Oxford ha identificado un área del cerebro humano que, según las investigaciones, no aparece en el cerebro de nuestros parientes más cercanos, los monos.
El grupo de científicos de la universidad británica ha localizado esta zona en la parte delantera del cerebro, justo encima de las cejas. Los investigadores utilizaron para su estudio tomografías cerebrales de 25 seres humanos y 25 macacos y observaron un área concreta –relacionada con los procesos de toma de decisiones, la capacidad de realizar varias tareas a la vez (multitarea) y de anticipar estrategias- que no estaba presente en los órganos de los simios analizados.
"Solemos creer que ser capaz de planificar el futuro, ser flexibles en nuestros enfoques y aprender de otros son cosas son particularmente impresionantes de los humanos", afirma el profesor Matthew Rushworth, investigador principal del Departamento de Psicología Experimental de la Universidad de Oxford. "Hemos identificado un área del cerebro que parece ser exclusiva de los humanos y es probable que tenga relación con estas facultades cognitivas”.
Similitudes
El estudio, además, ha puesto el foco en las similitudes entre los cerebros humanos y de los simios. Los científicos identificaron y analizaron 12 subregiones de la parte frontal del cerebro y sus patrones de conectividad con otras zonas del órgano. Los investigadores descubrieron que, de las 12 subregiones estudiadas, 11 eran muy similares en las dos especies.
"Una de las cosas sorprendentes es que encontramos enormes similitudes en la organización de estas áreas en el cerebro humano –especialmente en las áreas que pensamos que están involucradas en el lenguaje y la flexibilidad cognitiva– y en el de los monos", afirma a BBC Franz-Xaver Neubert, experto en psicología experimental y autor del estudio publicado en la revista especializada Neuron.
El investigador afirma que, pese a que "alguna gente puede pensar que el leguaje es una habilidad exclusivamente humana, por lo tanto debe estar apoyada en áreas y conexiones que son exclusivamente humanas”, los resultados del estudio sugieren que “ese no es el caso”. “Quizás las regiones que están involucradas en el lenguaje en humanos hacen algo diferente en los monos, ya que ellos no tienen la habilidad del lenguaje".
La corteza cerebral prefrontal, que es la zona analizada en este estudio, está involucrada en los aspectos cognitivos y del lenguaje más complejos, y sólo está presente en humanos y otros primates.
Algunas de sus partes están relacionadas con desórdenes psiquiátricos, como el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), la adicción a las drogas y los comportamientos compulsivos. Por eso, dice Neubert, entender mejor sus conexiones puede ser relevante para encontrar mejores formas de tratarlos.


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sábado, 18 de enero de 2014

17-18 ENERO, SEVILLA / I JORNADAS DE NEUROLOGÍA PEDIÁTRICA VIAMED


• Sevilla acoge los días 17 y 18 de enero las I Jornadas de Neurología Pediátrica organizadas por el Servicio de Pediatría del Hospital Viamed Santa Ángela de la Cruz en las que participarán un centenar de especialistas.
• El TDAH, la cefalea en la infancia, las crisis y los síntomas epilépticos y la exploración neuropediátrica, entre los temas que se abordarán en el encuentro, dirigido por el neuropediatra Marcos Madruga.
Sevilla, 16 de enero de 2014.- El hotel NH Viapol de Sevilla acoge los días 17 y 18 de enero las I Jornadas VIAMED de Neurología Pediátrica, evento que reunirá a un centenar de especialistas para informarse y formarse en este Curso, dirigido por el neuropediatra Marcos Madruga y organizado por el Servicio de Pediatría del Hospital Viamed Santa Ángela de la Cruz de Sevilla. “Entendemos que encuentros como éste son una necesidad-afirma el Dr. Marcos Madruga-, pues la formación que se adquiere durante la residencia de Pediatría es insuficiente y la demanda de pacientes con algún tipo de problema neurológico es cada vez más alta”, apunta el especialista, añadiendo que “los avances en los conocimientos de los trastornos en neuropediatría obligan a actualizaciones periódicas en estos temas, de ahí el gran éxito de respuesta que hemos obtenido en estas primeras jornadas”.
El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) será uno de los temas centrales de estas jornadas. “El motivo es la creciente necesidad de información y formación por parte de pediatras de Atención Primaria y de los residentes de pediatría, que es a quien van dirigidas estas primeras Jornadas”, apunta el Dr. Marcos Madruga.
En palabras de este especialista, “los síntomas principales del TDAH son ampliamente conocidos por los profesionales, tales como la inatención, impulsividad e hiperactividad, pero más allá, existen síntomas que no por ser menos conocidos son menos importantes. Me refiero a síntomas como la tristeza, la baja autoestima, el rechazo social, el fracaso, no sólo escolar sino personal, o las implicaciones que conlleva para los hermanos y los padres. Hay que preguntar por esto en las consultas y poner las medidas oportunas en el ámbito sanitario y educativo”, afirma.
Respecto a este trastorno, el neuropediatra de Viamed añade que “se puede hablar de aumento del número de casos y de prescripciones de fármacos específicos, pero ello no implica necesariamente un sobrediagnóstico”.
Una vez realizado el diagnóstico, el especialista incide en que, desde el punto de vista del tratamiento, “el abordaje debe ser multimodal, incluyendo asesoramiento a los padres, apoyo psicopedagógico y psicológico y, en casos necesarios, recurrir al empleo de medicamentos. Los fármacos más ampliamente empleados –recuerda-, son metilfenidato y atomoxetina”.
En las I Jornadas VIAMED de Neurología Pediátrica se va abordar asimismo la cefalea o dolores de cabeza en la infancia, motivo de consulta frecuente en las consultas del pediatra y el neuropediatra, así como un elevado porcentaje de las derivaciones a centros hospitalarios. En cuanto a su diagnóstico y los tratamientos más habituales para las mismas, el Dr. Marcos Madruga subraya que su diagnóstico es fundamentalmente clínico.
Y afirma: “con una entrevista a los padres y al niño y con un examen físico suele ser suficiente. En ocasiones es preciso emplear exámenes como TAC o Resonancia Magnética para descartar causas graves de cefaleas, aunque suelen ser pruebas poco solicitadas en las consultas”.
“En cuanto a las causas –subraya-, la migraña o la cefalea tensional o por estrés son las más frecuentes y, habitualmente, no requieren más tratamiento que los analgésicos de uso habitual como el paracetamol o ibuprofeno. No obstante, a veces debemos recurrir a otro tipo de fármacos”, matiza.

Epilepsia en la infancia

La epilepsia está presente entre el 0,5% y el 1% de la población general, siendo más frecuente en la edad infantil y en la población mayor de 60 años. Las crisis epilépticas y los síntomas epilépticos en la edad pediátrica es otro de los temas que se abordará en las I Jornadas Viamed de Neuropediatría.
Según explica el neuropediatra Marcos Madruga, existen muchos tipos de epilepsia y muchas formas de manifestarse. “La forma clásica -reconocida por la mayoría de la población- es con la presencia de convulsiones de todo el cuerpo, sin embargo no siempre se manifiesta de esa forma. En ocasiones –agrega-, sólo se presenta con desviación forzada de la mirada, con episodios de agitación en el sueño o con episodios de desconexión del medio, como si estuviesen ausentes”.
“Como recomendaciones generales, solemos advertir a los padres y a los pacientes que eviten posibles desencadenantes de las crisis, si es que existen, como la falta de sueño, exceso de videojuegos, ingesta de alcohol en adolescentes, y que mantengan al menos 8-9 horas de sueño diarios o que eviten situaciones de riesgo físico, por ejemplo bañarse sin supervisión”, subraya el médico especialista.

La importancia de la exploración neuropediátrica
En palabras del neuropediatra, “la exploración neuropediátrica en todas las edades es fundamental, ya que permite poder determinar si el niño es neurológicamente normal o si presenta alguna anomalía que nos oriente hacia alguna alteración del sistema nervioso, a algún síndrome neurológico o si presenta algún tipo de retraso en su desarrollo psicomotor”. “Es importante saber –añade- realizar una exploración física en cada una de las etapas del niño, desde neonato y lactante hasta el niño mayor, pudiendo encontrar signos físicos específicos de cada etapa. Así, en el recién nacido, deben estar presentes determinados reflejos que irán desapareciendo en los primeros meses de vida. Si éstos aparecen en el niño mayor nos orientarán hacia algún tipo de trastorno neurológico”, apunta el Dr. Marcos Madruga.
En esta línea, señala como signos de ‘alarma’ que pueden encontrarse en la exploración “las alteraciones en el perímetro cefálico, la pérdida de fuerza de miembros, ausencia de los reflejos osteotendinosos -los que conseguimos al usar el “martillo” durante la exploración-, ausencia de interés por el entorno o de lenguaje a determinadas edades, y un largo etcétera”.

Área de Neurología Pediátrica en Viamed Santa Ángela de la Cruz
El Servicio de Pediatría del Hospital Viamed Santa Ángela de la Cruz cuenta con un área de Neurología Pediátrica que dispone de un equipo multidisciplinar de Atención Temprana, integrado por psicólogas, logopedas, fisioterapeutas; así como con un equipo neuropsicológico de amplia experencia y el apoyo de psiquatras, psicólogas clínicas y neurofisiólogas. “Tenemos además en proyecto crear unidades específicas de TDAH, de trastornos del espectro autista, así como del síndrome de Gilles de la Tourette”, concluye Marcos Madruga.//

martes, 14 de enero de 2014

Ha comenzado la Escuela de Padres 2014


     El pasado sábado 11 de enero comenzó la edición anual de la Escuela de Padres de ASPATHI, impartida por  María A. Pérez Romero. Nuestra colaboradora lleva con esta tarea más de 10 años en nuestra asociación, compaginándola con su actividad como psicopedagoga.

     Con mayor afluencia de padres que en anteriores ediciones, arrancamos esta edición y os animamos a participar, aprendiendo el manejo del trastorno de nuestros hijos, compartiendo experiencias y planteando las dudas que os vayan surgiendo.




viernes, 10 de enero de 2014

Aprendiendo a vivir de nuevo

Emily Pearl, es la madre de un niño con Síndrome de Down que escribió un texto maravilloso sobre la llegada de un niño diferente, y usó una bella metáfora. Les dejamos este vídeo que ilustra perfectamente el relato de Emily.

Video creado por el padre de un niño con síndrome de Ásperger.




Cómo un alumno con TDAH puede conseguir la valoración como alumno/a con Necesidades Educativas



Interesante y útil información para prevenir el fracaso escolar de nuestros hijos y mejorar la atención especial a la que tienen derecho en los centros escolares. Recuerda que defiendes los derechos de tu hijo.

En nuestra asociación siempre encontrarás apoyo y asesoramiento si lo necesitas.



http://www.fundacioncadah.org
Creemos importante trasmitiros dichos cauces, para que muchos más padres puedan lograr los mismos resultados en cuanto a la respuesta del centro escolar a la realización de la evaluación Psicopedagógica del alumno afectado, lo cual es imprescindible para la valoración de “alumno con necesidades educativas de apoyo”. Dicha valoración supone que estos alumnos reciban los apoyos necesarios dentro y fuera del aula para que puedan alcanzar los mismos objetivos que el resto del alumnado.
Para lograr esta “valoración” es necesario realizar los siguientes pasos:
1) Redactar una carta similar a este modelo que indicamos a continuación:
D/Dña… con DNI….. y domicilio en……..madre/padre del alumno……. del curso……. del colegio/instituto…….. hace entrega del informe clínico procedente del Dr/a…….del Centro de Salud……… a la secretaría del Centro escolar, donde se informa que el niño/a……..padece TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad).
Dicho informe va dirigido al Equipo de Orientación del Centro con la finalidad que dicho niño/a sea evaluado por dicho Equipo y determine sus posibles necesidades educativas.
Les rogaría que cualquiera que fuera su medida, su evaluación y las intervenciones que se realicen con el niño/a me sean comunicadas por escrito.
Atentamente,
En…….a…… de……….de 20..
Fdo.
2) Entregar la carta y una copia de ésta para que ambas sean selladas y registradas en la secretaría del centro (Quedaros con la copia sellada). Junto con la carta se entregará el informe clínico del niño, procedente del centro de salud si es de un Pediatra o del Centro de salud mental si es de un Psiquiatra o Psicólogo clínico, donde se le haya realizado el diagnóstico.
Comentaros que en un alto porcentaje, por no decir en la mayoría, para los equipos de orientación de los centros escolares públicos, no sirven los informes clínicos realizados por profesionales privados. De hecho, para que puedan ser “valorados” como alumnos con necesidades educativas de apoyo, únicamente sirve el que dichos equipos de orientación valoren al alumno y sean ellos mismos quienes indiquen y determinen las necesidades del alumno.
Por ello, es necesario que todos los padres acudieran a la unidad pública de salud a la que correspondan para que soliciten el informe clínico si aún no dispusieran de él.
Aconsejar a los padres también que de palabra no sirve ningún comunicado y que deben concienciarse de que todo aquello que quieran trasmitir a cualquier docente u orientador del centro se realice por escrito y se solicite que la respuesta sea igualmente por escrito.
Si pasado un tiempo prudencial (Un Mes) no se ha recibido ninguna respuesta o comunicación escrita a la solicitud de evaluación se recomienda efectuar el tercer paso.
3) Redactar una segunda carta similar a la que a continuación os indicamos:
D/Dña……… con DNI……….y domicilio en……… madre/padre del alumno………del curso…….. del colegio/instituto………. Ante la falta de contestación escrita por parte del Equipo de Orientación del Centro a la carta inscrita en la secretaría del centro y fechada el día….de…… 20.. , comunica:
Si pasado un tiempo prudencial (2 semanas) no se recibe ningún tipo de respuesta escrita, esta comunicación, junto con la anterior, serán remitidas al departamento de Inspección correspondiente en la Consejería de Educación de la Comunidad Autónoma de……….
Quedando a la espera de su contestación, escrita, le saluda atentamente,
En……. a….de……..de 20..
Fdo.
Nuestra experiencia nos indica que si se realizan correctamente los dos primeros pasos no es necesario llegar a tener que realizar el tercero.
Muchos padres están en la errónea creencia de que realizar estos pasos supondría una actitud negativa por parte de los docentes hacia sus hijos, sin embargo la experiencia nos dice que es preferible realizar dichos pasos a tener que acudir al cabo del tiempo al departamento de inspección, cuando surgen los problemas derivados de una escasa aplicación de los apoyos.
Esperamos y deseamos que estos consejos os puedan servir en algún momento de ayuda.

martes, 7 de enero de 2014

Tú puedes

ALTAS CAPACIDADES INTELECTUALES, TDAH Y TOC

Publicado en de   en http://atheneapsicologia.wordpress.com




A petición de uno de vosotros, y como “regalo” en el día de Reyes, elaboro este artículo con la intención de esclarecer ciertos términos e ideas que se tienen acerca de la superdotación y/o las Altas Capacidades Intelectuales, el TDAH y el TOC.
Empezaré definiendo cada término:
Altas Capacidades Intelectuales (AACCII): actualmente, no hay acuerdo en la comunidad científica en una definición única respecto a los diferentes conceptos que engloban las AACCII; no obstante, existen diversos términos relacionados con la posesión de capacidades intelectuales de un nivel superior que suponen conceptos y matices diferentes (precocidad, talento, prodigio, sobredotación intelectual, genio), De cualquier modo, siempre hay implicado un aprendizaje más rápido, una capacidad intelectual general por encima de la media, además de un perfil de personalidad (o indicadores de posible alta capacidad intelectual, en los que la hipersensibilidad siempre está presente).
TDAH (Trastorno por déficit de atención con o sin Hiperactividad): según la Asociación Americana de Psiquiatría, se define como un trastorno del comportamiento, de origen neurobiológico, que afecta a la autorregulación de la atención, de la motivación y del autocontrol de la persona, provocándole limitaciones en su vida en su adaptación (personal, escolar y/o social). Subtipos: atencional, hiperactivo/impulsivo o combinado (atencional e hiperactivo/impulsivo).
TOC (Trastorno Obsesivo Compulsivo): presencia de obsesiones (que no son preocupaciones excesivas sobre la vida real) o compulsiones (ejemplo: lavado de manos frecuente al día, puesta en orden de objetos, comprobar el gas varias veces antes de acostarse,…) recurrentes que limitan la vida de la persona y crean malestar clínicamente significativo. En algún momento del trastorno, la persona reconoce que estas obsesiones o compulsiones son exageradas o irracionales y que no vienen de fuera (como sucede en la inserción del pensamiento).
Una vez definidos estos tres términos, deciros que, desde hace algún tiempo, y debido al incremento de diagnósticos diferenciales que he tenido que realizar, he ido aprendiendo a discriminar las personas con AACCII sólo, con TDAH sólo y las que tienen una doble excepcionalidad (esto es, AACCII y TDAH), así como las que tienen AACCII, TDAH y un trastorno asociado (el TOC). En el caso de las AACCII solas, una prueba de inteligencia de peso es capaz de detectarlas (aunque no de definir del todo el diagnóstico en cuanto a la modalidad de la misma); referente al TDAH, no se pueden realizar pruebas psicométricas para establecer un diagnóstico diferencial como en las AACCI, con lo que el diagnóstico es comportamental (se realiza a través de cuestionarios específicos y teniendo en cuenta la influencia decisiva de la herencia en el mismo); la doble excepcionalidad, a veces, está muy clara y, otras, cuesta hacer el diagnóstico, ya que las AACCII suelen “camuflar” el TDAH frecuentemente (confundiéndose, por ejemplo, un comportamiento hiperactivo de un niño/a con AACCII sólo con una auténtico TDAH combinado con AACCII).
Señalar, por otra parte, que la doble excepcionalidad baja las puntuaciones en los tests de inteligencia en algunas áreas o tests, como en los de “Claves” y “Aritmética” del test WISC-IV y, a veces, también en “Dígitos” del mismo test pues, en el TDAH, la memoria a corto plazo está afectada y esto se refleja en determinados subtests como los citados. Además, la persona con doble excepcionalidad no entiende, a veces, cómo siendo tan inteligente a título general, tiene frecuentes despistes (errores “tontos” en sumas o restas, se olvida a menudo las llaves, la cartera, el móvil,…), no recuerda bien una conversación reciente (o “pierde el hilo”), pierde oportunidades en la vida por su excesiva impulsividad, no sabe temporalizarse,…, por lo que es preciso profundizar mucho en determinados casos para establecer un diagnóstico definitivo.
Decir que, así mismo, puede ser relativamente fácil pasar de tener un TDAH (que suele ser desorganizado, caótico en su vida) a padecer un TOC (que es todo lo contrario: perfeccionista y estructurado en exceso), ya que el TDAH puede derivar en un TOC al intentar corregir en exceso sus limitaciones la persona que padece un TDAH. Hay niños/as, adolescentes o adultos con TDAH que a lo largo de su vida han ido pasando de presentar desorganización en sus comportamientos, valores y pensamientos, es decir, del “caos”, a volverse obsesivo-compulsivos pensamientos obsesivos y manías en su comportamiento (en este caso, la terapia es fundamental, ya que la persona con TOC sufre mucho y hace sufrir a los que están en su entorno); comentar que, mientras que, en el primer caso, viven en ese desorden pero pueden ser relativamente felices, en el caso del excesivo perfeccionismo (TOC) la persona sufre mucho tanto mental como emocional y comportamentalmente (sobre todo, a nivel social). ¿Cómo reducir ese caos y que no se conviertan en lo contario al hipercorregirse?: trabajando en su justa medida los síntomas y su fisiología y liberándolos de la tensión de apurar tanto la frenada que se trasformen en lo contrario al inhibirse en su comportamiento y dar vueltas y vueltas en su pensamiento; cuando ni la persona ni su entorno más cercano (familia, pareja, amigos) gestionan bien su TDAH, éste puede dispararse entre el desorden y el caos y la obsesión- compulsión.

sábado, 4 de enero de 2014

El TDAH como comorbilidad en el Autismo y Síndrome de Asperger

Este interesante artículo ha sido publicado en la web autismodiario.org


Enviado por Daniel Comin on 27 enero, 2012.
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Una de las comorbilidades que genera una gran problemática al niño con un Trastorno del Espectro del Autismo (TEA) es el Trastorno de Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH). Incluso, a la hora de enfrentar la intervención todo cambia, no es exactamente el mismo enfoque que en TEA ni el mismo enfoque que en TDAH. Por complicar más aún las cosas. Además si el niño no progresa adecuadamente cuando llega la pubertad el riesgo de presentar conductas agresivas aumenta de forma considerable en comparación a la media. Afrontar el hecho de que el niño tenga TEA + TDAH implica cambiar algunos planteamientos, e incluso la percepción de la familia y el equipo de intervención.
Comorbilidad
En cuanto a la comorbilidad hay diferencias entre el Asperger y Autismo, siendo más alta la incidencia en el Asperger. No obstante las cifras porcentuales varían mucho en función de los autores. En el estudio de Tani y col. (2006) en un muestreo de 20 adultos con Asperger, estimaron que 14 de ellos presentaron en su infancia rasgos compatibles con el TDAH. Según Sturm y col. (2004) un 95% de los niños con un diagnóstico TGD presentaron problemas de atención y un 50% de impulsividad. Y alrededor del 75% un cuadro compatible con TDAH en diferentes grados. Frazier y col. (2001) aumentan al 83% la cantidad de niños con TGD susceptibles de cumplir criterios para TDAH. Es importante destacar la línea de corte empleada para aceptar conductas asociadas al TDAH, así como los diferentes grados del mismo. Este aspecto es fundamental a la hora de establecer la presencia o no de una comorbilidad. Aunque casi todos los estudios revisados se basan en el DSM IV, no debemos olvidar que toda valoración basada en la observación posee cierto grado de subjetividad y por tanto de variabilidad. No existe diferencia de género a la hora de las tasas de comorbilidad, son prácticamente las mismas en niñas que en niños, no obstante sabemos que en el caso de las niñas nos encontramos con muchas dificultades a la hora de establecer un diagnostico preciso y muchos autores hablan de un infradiagnóstico en féminas, pero este tema específico y relacionado con las féminas merece -por su relevancia- un bloque específico de este artículo.
En cuanto al perfil cognitivo, los niños con Asperger tienen muchas más similitudes con los niños con TDAH que las que puedan tener los niños con Autismo, teniendo también mayor incidencia el déficit de atención en el Asperger. Es destacable la problemática compartida tanto en TDAH como TEA de alteraciones en la función ejecutiva, aunque según sugieren diversos autores, la evolución de este déficit varía entre TDAH y Asperger. Otro de los problemas más importantes a la hora de establecer índices reales de comorbilidad vienen relacionados directamente a un exceso de medicalización en el niño con TEA, el uso de fármacos oculta, enmascara o altera esos rasgos que pueden denotar la presencia de un déficit de atención y/o hiperactividad, siendo algo a considerar de forma importante, ya que el uso de medicación no solventa el déficit y, tal y como afirma Francisco Rodriguez (2009), expone al niño al riesgo de los efectos secundarios sin resolver la causa. En cualquier caso, el porcentaje de prevalencia real del TEA con TDAH no está a día de hoy suficientemente investigado, y el mismo muestreo puede ser bastante cuestionado, ya que la observación diaria nos rebaja de forma sustancial ese porcentaje, pero aún y así, la comorbilidad es lo suficientemente alta como para tenerla en consideración. Habría también que tomar en cuenta los solapamientos de fenotipo entre ambos trastornos, cosa que hasta ahora no está suficientemente bien investigada.
Patrones de conducta y diagnóstico diferencial
En el TDAH encontramos patrones de conducta que entran dentro de los patrones del TEA, como por ejemplo: Problemas en la interacción social; Trastornos del lenguaje; Estereotipias; Obsesiones; Comunicación no verbal de baja calidad. También es frecuente encontrar tics o Síndrome de Tourette asociados (que son más habituales en niñas), que en muchas ocasiones son pasados por alto o confundidos con estereotipias. También podemos encontrar estereotipias típicas como aleteos, balanceos, sonidos guturales repetitivos,… Bonde E. en su estudio “Comorbidity and subgroups in childhood autism” también refiere los problemas motóricos o la coordinación visioespacial, indica a su vez que en determinados casos establecer las fronteras entre TEA y TDAH pueda ser muy complejo. Sucede que en muchos casos se diagnostica al niño con TDAH de grado severo, aunque no queda claro si en realidad es un caso de TEA con el TDAH como una comorbilidad. En algunos casos se ha diagnosticado de TDAH con Discapacidad Intelectual (DI) asociada, cuando en realidad era un tándem TEA + TDAH. En otros casos justo lo contrario, diagnósticos de TEA + DI cuando en realidad existía una presencia de TDAH. Realmente en este tipo de casos existen muchos aspectos diagnósticos que se solapan, pero quizá el orden de los factores sí altere el producto, si aparece TDAH por delante la medicalización va a ser inmediata, y generalmente se acabará el trabajo en ese punto, no investigándose en profundidad el caso, obviándose causas que podrían representar un giro de 180º en la intervención del niño.
Para comprender bien este tándem y decidir si hablamos de TDAH, de TEA o de TEA mas TDAH como una comorbilidad hay que poder simplificar la base de ambos trastornos. Si entendemos que un caso de TEA afecta a la comunicación, a la sociabilidad e intereses restringido y que el TDAH afecta a un problema de autocontrol, estaremos pues ante dos cuestiones diferentes, que al unirse nos general un cuadro ampliado. Si ampliamos el abasto y nos hallamos ante solapamientos, quizá estemos hablando del mismo continuo, siendo más difícil establecer las diferencias, y por tanto más fácil explicar la alta incidencia del TDAH en casos de TEA o de conductas propias del TEA en el TDAH.
Féminas
Hay mucha documentación que nos dice que el Autismo afecta 4 veces más a los varones que a las féminas, pero quizá este trastorno se presenta de forma diferente en mujeres y esa diferencia no sea tan grande. Tony Attwood habla de que el Síndrome de Asperger en niñas no se diagnóstica debidamente, habida cuenta de que suele pasar desapercibido o incluso enmascarado por otros trastornos. En el caso exclusivo del TDAH sabemos que la proporción por sexos es de aproximadamente de entre 2,4 a 5 varones por cada fémina en función de los estudios, aunque no existen muchas diferencia de género en lo referente a impulsividad, rendimiento académico, habilidades sociales o psicomotricidad fina. Sin embargo las niñas parecen tener mayor afectación del rendimiento académico, niveles inferiores de hiperactividad, y más bajas frecuencias de comportamiento externalizado que los niños con TDAH. Siendo el subtipo combinado y el inatento el más frecuente en niñas y mostrando muchos más problemas en el área social que los niños. Las niñas muestran una mayor predisposición para desarrollar problemas en el desenvolvimiento social, muy por encima de los niños. Alrededor del 30% de las niñas con un subtipo severo de TDAH presentan criterios coincidentes con el Autismo, este hecho puede marcar una posible conexión entre ambos trastornos.
Se estima que este tipo de trastornos está infradiagnosticado en féminas, varios factores se unen a esta problemática: En casos donde existe un hermano varón que presenta estos cuadros, generalmente con una mayor severidad y basados en la creencia de la “inviolabilidad” genética de las mujeres suelen pasarse por alto determinadas conductas que podrían servir como aviso, esto a pesar de que sabemos que la posibilidad de que las probabilidades de repetirse este tipo de trastornos en hermanos es muy elevada. Muchas niñas presentan estos cuadros pero de una forma mucho más leve. En casos donde no existen otro antecedente similar en hermanos, sucede algo similar, al no ser conductas evidentes se pasan por alto, o incluso se achacan a otros problemas. Sabemos que los procesos depresivos y de ansiedad son mucho más comunes en mujeres que hombres, muchos de ellos asociados a procesos de frustración y de incomprensión; los cuales pueden tener relación con posibles causas relacionadas con el TEA o incluso con el TDAH. El hecho que las mujeres tengan una mayor capacidad de “camuflar” determinados problemas no implica que estos no existan. Autores como Baron-Cohen o Attwood han advertido de forma sistemática de esta cuestión. También es frecuente que muchas de estas problemáticas se asocien a otros problemas dadas sus manifestaciones: Por ejemplo, problemas en la lectoescritura, mal rendimiento académico, acoso psicológico, absentismo escolar en la pubertad y adolescencia, tabaquismo, conductas desafiantes, problemas en la orientación sexual,…, están muy relacionados con patrones que están definidos en los TEA.
Según el estudio de Svenny Kopp, de la Universidad de Gothenburg, se estima que muchas niñas que presentan cuadros comórbidos no son diagnosticadas. En el estudio que realizó sobre una población de 100 chicas de entre 3 a 18 años de edad, observaron que muchas de ellas habían mostrado signos de alerta, pero que había sido pasados por alto, incluso en los casos en que las familias acudieron a la consulta del especialista, y no fue hasta la revisión posterior donde se detectó que presentaban un cuadro de TEA o TDAH o ambos de forma conjunta. En muchas de estas chicas se encontró que presentaban problemas relacionados con ansiedad y depresión, problemas de lectoescritura o problemas en un desarrollo adecuado a su edad cronológica. Aproximadamente el 50% sufrieron de acoso escolar. Ninguna de las chicas del estudio presento problemas en el manejo intelectual y ninguna provenía de clases sociales bajas.
Es muy habitual que mujeres descubran que tienen TDAH cuando sus propios hijos reciben el diagnóstico. En muchos casos, determinadas conductas que se agravan al llegar a la pubertad suelen asociarse a cambios hormonales y menstruación. Problemas de autoestima, ansiedad y depresión suelen combinarse generando un cuadro complejo, que con la llegada de un hijo puede agravar el proceso de la maternidad. Incluso, en casos donde el hijo presenta un trastorno del neurodesarrollo el peso de la culpa puede conllevar un proceso de duelo mucho más largo y doloroso. Existe una hipótesis que asocia a muchas madres que se tornan en grandes activistas y que parecen no desfallecer nunca con precisamente un trastorno de grado leve que no fue diagnosticado, muchas de estas madres presentan a su vez una especie de montaña rusa emocional, que en algunos casos se trata como una simple depresión o incluso un trastorno bipolar, que vendría en contraposición a postura pasivas de algunos padres, que también podrían encajar en algunos modelos de TEA. Cuando en realidad podríamos hablar en algunos casos de un TDAH o un TEA (O ambos) no diagnosticado. A su vez, esto explicaría también la diferencia de conductas entre el padre y la madre ante el caso de un niño con un trastorno del neurodesarrollo, en función si la carga genética es materna o paterna.
Intervención
Uno de los aspectos que presenta la comorbilidad entre TEA + Déficit de Atención + Hiperactividad es la complejidad en la intervención. Incluso su evolución a futuro. Lamentablemente la documentación de calidad al respecto es escasa. El propio problema de la definición diagnóstica ha generado una especie de vacío. Tenemos información para la intervención en casos de TEA y de TDAH, pero cuando aparece combinado realmente no vale mezclar las pautas para hacer una sola, hay que establecer un plan específico acorde al niño, ya que la variabilidad puede ser muy grande de un niño a otro y además en función de la severidad del grado, tanto del TDAH como del TEA, se establecerán pautas y modelos diferentes.
Si la intervención no consigue resultados de forma temprana el pronóstico de la evolución correcta del niño o niña se complica. Si no se consigue establecer un modelo comunicativo válido de forma temprana a medida que el niño crece se hace muy difícil el poder establecer esos canales. En el caso de que el niño presente un Trastorno del Procesamiento sensorial, la intervención será fundamental. Otra consecuencia es la dispersión, la imposibilidad de seguir pautas por más allá de unos pocos minutos, un gran problema de concentración y una predisposición a escaparse sin una intencionalidad clara. Aparición de nuevas estereotipias o tics. Regresiones frecuentes que se pueden agravar con la llegada de la adolescencia, alta posibilidad de aparición de conductas agresivas (principalmente en varones), aumento de los niveles de frustración y episodios ansiosos y depresivos. En el caso de que además se nos una epilepsia (ya sea esta convulsiva o no) la posibilidad de regresiones aumentará en muchos casos y los procesos convulsivos podrán ser de gravedad. En aproximadamente un 25% de los casos, la hiperactividad se reducirá con el paso a la edad adulta, aunque no el déficit de atención, pero hay que minimizar las secuelas al máximo.
Estamos pues ante casos muy complejos, con un pronóstico muy variable y donde una adecuada intervención es imprescindible. A su vez, el soporte a la familia adquiere una mayor relevancia, es vital que la familia asuma la excepcionalidad y la dificultad que va a tener el desarrollo del niño o niña. La pérdida de tiempo no debe ser ni siquiera contemplada, ya que en casos donde la hiperactividad se manifieste de forma importante los avances van a ser lentos y complicados. La intervención temprana deberá realizarse en un ratio 1/1 hasta conseguir que el niño o niña presente unos niveles adecuados de autonomía personal, calidad comunicativa e interacción social, a su vez deben ser capaces de mantener periodos de atención lo más prolongados posibles. Prepararlos para la vida escolar es en estos casos bastante más complejo, pero no imposible.
Bibliografía:
  • Tani, P., Lindberg, N., Appelberg, B., Nieminen-von Wendt, T., von Wendt, L., Porkka-Heiskanen, T. (2006). Childhood Inattention and Hyperactivity Symptoms Self-Reported by Adults with Asperger Syndrome. Psychopathology, 39 (1), 49-54.
  • Sturm, H., Fernell, E., Gillberg, C. (2004). Autism spectrum disorders in children with normal intellectual levels: associated impairments and subgroups. Developmental Medicine & Child Neurology, 46 (7), 444-447.
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