lunes, 28 de octubre de 2013

VERDASCO HIPERACTIVO

Publicado el 24 febrero 2009 por Daniel en Entrevistas,General,Rafa Nadal
Portada de Verdasco en el XLSemanal
En una entrevista en 2009 habló de su hiperactividad y como le afectaba en el tenis. Interesante.
 
XLSemanal. ¿Qué se siente tras un partido como el de semifinales en Australia contra Nadal?
Fernando Verdasco.
Cuando pierdes después de cinco horas y cuarto contra un jugador como Rafa, y con lo que has tenido que luchar para llegar a un partido de ese nivel, te sientes triste. Has perdido una gran oportunidad de ganar al número 1 y meterte en una final de Grand Slam. O sea, te sientes mal.
XL. Pero hizo un partido espectacular, su juego fue tan elogiado como el de Nadal, aunque al final ganase él.
F.V.
Sí, bueno, entiendo que, por ese lado, me tengo que sentir contento. Hice un buen torneo, jugué bien con Rafa…, pero la verdad es que cuando pierdes, todo eso no importa mucho.
XL. ¿Puede ganar a Nadal?
F.V.
Sí, claro que puedo. Yo creía que podía ganarle en ese partido y sigo creyendo que puedo hacerlo. Posiblemente, es el jugador más duro del mundo. O sin posiblemente [risas]. No es fácil ganarle, pero confío en mis posibilidades.
XL. La otra escena memorable de Australia, aparte de su partido, fueron las lágrimas de Federer. ¿Cree que está acabado?
F.V.
No, acabado no está. Es el número 2 del mundo y ha perdido contra el número 1. Pero en su categoría, si no ganas la final de un Gran Slam, es como si no hubieses hecho nada. Él está buscando superar el récord de Sampras de 14 Grand Slams y está en el 13. En Australia, al tener un día más de descanso que Rafa y un partido de semifinales más flojo físicamente, pensaba que tenía una gran posibilidad de ganar. Es normal que esté triste.
XL. ¿Le dio pena Federer?
F.V.
Hombre, ver llorar a alguien no te gusta, pero pena… Pena me dan los niños que se mueren de hambre. No me puede dar pena alguien que ha sido número 1 del mundo durante cinco años y es una de las personas más privilegiadas de este planeta.

XL. Creo que dos de sus perros se llaman Copa y Davis. Después del éxito en Australia y la proyección internacional que le ha supuesto, ¿tiene pensado ponerle al siguiente Melbourne?
F.V.
No, tenemos muchos perros ya en casa. Es cierto que a los dos últimos mastines que vinieron les pusimos Copa y Davis. Fue una idea de mi madre y me ha dado mucha suerte. No creo que haya más perros de momento, pero si llega otro, estoy pensando en llamarlo Wimbledon. No es un hombre muy bonito para un perro, pero lo siento por él…
XL. Su familia es dueña de unos conocidos restaurantes en Madrid (La Bola, El Café de Chinitas, La Cañada) y parece muy unida. De hecho, su padre viaja a todos los torneos. ¿Es importante contar con ese tipo de apoyo en un deporte tan individualista como el tenis?
F.V.
Mi padre viaja conmigo desde que acabé con mi entrenador en abril, pero cada persona es diferente y cada jugador necesita algo distinto. Yo le pedí a mi padre que viniese conmigo porque es quien mejor me conoce. Es diferente a un entrenador, por supuesto. A tu padre lo respetas más, pero también tienes más confianza y te puedes cabrear más. A mí me viene bien.
XL. La gran novedad de los últimos meses ha sido su nuevo preparador físico, Gil Reyes, con quien entrena en Las Vegas y que es conocido por haber trabajado con Andre Agassi, entre otros. Dicen que hace milagros…
F.V.
Hombre, esto tampoco ha sido un milagro. Me ha ayudado muchísimo. Ha sido una de las mejores decisiones que he tomado en mi vida. Me ha supuesto un cambio físico muy grande y eso que he estado allí sólo dos semanas. Es la persona más profesional que he conocido y me ha hecho ser más profesional a mí.
XL. Dicen de Reyes que es un ‘gurú’, que en su preparación interviene más la cabeza que el entrenamiento físico.
F.V.
Bueno, en mi caso, fue la final de la Copa Davis lo que me dio una fuerza mental que antes no tenía. Superar la situación en Mar de Plata, con toda la gente gritando, me dio una enorme fuerza mental. Las Vegas también ha sido bueno mentalmente, porque Gil es una persona muy positiva, pero en lo que más he mejorado con él es en el físico.
XL. En Las Vegas se reunió también con Agassi, pero no ha contado qué le dijo.
F.V.
Es supersecreto [risas].
XL. Algo le diría que se pueda contar…
F.V.
Hablé con él durante dos horas y de muchas cosas. Hablamos de cuál era el mejor calendario para mí. El año pasado jugué 27 torneos. Él cree que debería jugar 22 como máximo; jugar menos para estar más preparado y para, con el paso de los años, no estar tan quemado y tener una carrera más larga. Agassi te puede dar un consejo así. El ganó más Grand Slams después de los 30 que antes. Ya era mi ídolo antes de conocerlo, así que por supuesto que lo escucho. También estuvimos hablando de cosas técnicas, de cómo debía jugar contra unos jugadores u otros…
XL. ¿Le dijo cómo ganar a Nadal?
F.V.
Estuve hablando con él el día antes de jugar con Rafa y el mismo día del partido y, evidentemente, me dio consejos.
XL. Qué nivel, ¿no? tener como ‘asesor’ y amigo a Agassi…
F.V.
Bueno, amigos… hablamos. Él me llamó a Australia porque quería darme confianza, decirme que me creyese que le podía ganar. Me dio consejos sobre cómo hacerle más daño a Rafa. Y la verdad es que cuando hacía lo que me había dicho –no puedes hacer todo el rato lo mismo–, me salían bien las cosas.
XL. Cuentan que cuando era pequeño su abuela le ponía partidos de tenis para que dejase de llorar.
F.V.
No es que yo me acuerde, pero eso es lo que cuenta mi familia. Creo que un día, cuando tenía unos dos años, estaba llorando y de repente pusieron en la tele un partido de McEnroe contra Borg en Wimbledon y, al empezar a oír el sonido de la bola, me quedé como embobado. A partir de ahí, cada vez que me ponía a llorar me ponían un partido de tenis. ¡Grababan partidos por si me ponía a llorar! Y funcionaba.
XL. De niño fue diagnosticado como hiperactivo, una característica que parece estar extendida ahora entre los niños y que reconocen padecer varios deportistas de élite, como Phelps.
F.V.
Yo soy hiperactivo mental. Para estudiar lo pasaba fatal porque no podía estar sentado sin hacer mil cosas a la vez. La cabeza me iba más rápido de lo que podía dar abasto. Me costaba mucho aprobar porque me costaba mucho concentrarme. Siempre he sacado los cursos pelados, pero nunca repetía.
XL. ¿Recibió algún tipo de tratamiento o medicación?
F.V.
No, para nada.
XL. ¿Cree que el deporte es una forma de canalizar ese exceso de energía?
F.V.
Cada persona es diferente. A mí me funciona.
XL. ¿Esa dificultad para concentrarse es un problema en la pista?
F.V.
Evidentemente, cuando era más joven, gran parte de mis altibajos en los partidos tenían que ver con eso. Podía estar en la pista y estar pensando en cualquier otra cosa y eso, lógicamente, no te permite ser regular. Pero con la experiencia he aprendido a estar concentrado durante todo el partido, a controlar la cabeza. Si eres hiperactivo, te cuesta más que a otros, pero puedes hacerlo. La experiencia y las ganas son determinantes. Cuando tienes confianza, puedes con todo. El tenis es cuestión de confianza. El tenis es, en un 70 por ciento, cabeza.
XL. Sin embargo, usted ha tenido cierta tendencia a la dispersión: hubo un momento en que se planteó dejar el tenis por el baloncesto.
F.V.
Bueno, no es exactamente así. Cuando tenía 15 años, hubo un momento en el que no obtenía buenos resultados y no me encontraba bien conmigo mismo. Pensé que no iba a llegar a ser tan bueno en el tenis como quería. Al mismo tiempo, el baloncesto me encantaba porque me gustaba Michael Jordan y estaba mi tío Vicente [Vicente Ramos, que fue jugador de baloncesto del Real Madrid y la selección española], así que es cierto que con 15 años jugaba más al baloncesto que al tenis, pero enseguida me di cuenta de que el tenis me gustaba más que ninguna otra cosa.
XL. Otras distracciones amenazantes en su carrera deportiva parecen ser la vida nocturna y las chicas, habitualmente guapas y famosas.
F.V.
Vamos a ver: la vida nocturna no me gusta mucho. No bebo, nunca he bebido, odio el tabaco y si en las discotecas hay mucho humo me tengo que ir porque lo paso fatal. En general, la noche, como todo el mundo sabe, no es muy sana. Y yo, la verdad, me considero una persona bastante sana. El tema novias es otra cosa. Las chicas sí me gustan. Y sí, he tenido novias. Algunas, famosas; otras, no. Algunas, más guapas; otras, menos. Pero eso no me ha distraído del tenis. Yo siempre he dicho que me gusta tener novia, una persona en quien confiar, no soy de los que les gusta estar solteros, sin nadie fijo e ir de flor en flor. Me gusta tener pareja, que salga en las revistas o no me da igual, no me mete ninguna presión.
XL. Su última pareja ‘conocida’ ha sido la tenista serbia Ana Ivanovic, aunque parece que ya no está con ella.
F.V.
No. Bueno…
XL. Bueno, ¿qué?
F.V.
No estamos juntos. Ésa es la respuesta final.
XL. No suena muy convincente. Suena más a que quieren despistar a la prensa para que no les agobien más…
F.V.
No, no estamos juntos. Lo dejamos en Brisbane. Salió hasta en las noticias: una amiga suya dijo que ya no estábamos juntos…
XL. Noto cierta ironía…
F.V.
No. No me gusta hablar de mi vida privada, pero la situación era complicada. Ella no se encuentra en su mejor momento de confianza, lo está pasando mal y entiendo que tenga presión y que se quiera centrar en el tenis. Ana es una buena chica.
XL. ¿Ha antepuesto su carrera a su relación?
F.V.
Eso lo tiene que contestar ella.
XL. Pero es un hecho que desde que salían juntos, mientras usted mejoraba, ella jugaba peor. Parece que la distraía…
F.V.
Yo creo que no es así. Puede que yo la distrajese, pero ya estaba jugando mal antes de salir conmigo.
XL. He oído que cuando deje el tenis, quiere ser actor…
F.V.
Sí, me gustaría probar, simplemente. Siempre me ha llamado la atención ser actor, pero me interesa más el tenis.
XL. En marzo vuelve la Copa Davis y, posiblemente, la polémica con el presidente de la federación, Pedro Muñoz. Su situación es peculiar en este enfrentamiento de los jugadores con Muñoz, porque usted tiene una relación familiar y afectiva con él. ¿Cómo lo lleva?
F.V.
Gracias a Dios, el tema Pedro Muñoz se ha enfriado un poco. Soy el peor situado porque efectivamente tengo una relación personal con él y su familia. Es una persona que ha confiado en mí, que me dio una wild card [un pase para jugar en un torneo concedido por los organizadores, aunque no le corresponda por ranking] para El Espinar en 2002, lo que me sirvió para hacer muchos puntos y para mejorar en el ranking. Yo nunca en mi vida hablaré mal de alguien que me ha ayudado.
XL. Pero ¿estará de acuerdo en que su gestión es cuestionable?
F.V.
Nadie es perfecto. Cualquier persona hace cosas bien y cosas mal. He sido el primero en decirle las que él ha hecho mal como presidente. No tengo por qué esconder nada. Pero hay otros compañeros que tienen más problemas que yo con él, y en eso no me meto.
XL. En mayo es el Mutua Madrileña Madrid Open, un torneo que este año pretende ser especialmente importante y que se va a jugar en La Caja Mágica.
F.V.
Va a ser un torneo impresionante. Quiero llegar a Madrid en las mejores circunstancias posibles. Es uno de los torneos más especiales para mí y quiero estar al máximo para poder ganarlo.
XL. Phelps dice que en sus sueños nada la carrera perfecta. ¿Sueña con el tenis?
F.V.
Siempre. Pero yo no sueño con el partido perfecto, sino con el torneo perfecto. Con un Wimbledon en el que me sale todo perfecto y lo gano. Sí, lo he soñado. También soñé con ganar la Davis y la he ganado. Así que pienso seguir soñando con los ojos abiertos y cerrados.

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